Felicitaciones a Roxana Cueva por esta histórica labor periodística que viene realizando

Tras larga lucha contra el cáncer, con 31 años, parte una ejemplar cristiana, defensora de la vida del niño por nacer y de la familia.

La madrugada de este domingo 1 de mayo se confirmó el fallecimiento de Ángela Hernández, ex diputada de Santander, luego una prolongada lucha contra el cáncer de mama. El anuncio fue hecho por Jefferson Vega, esposo de la política colombiana.

La muerte de Hernández a sus 31 años ha despertado toda clase de reacciones mediante las plataformas digitales, pues, para muchos, era la representación de los duros padecimientos que deben sobrellevar las mujeres por las consecuencias de esta enfermedad. La invitación de sus seguidores se ha extendido para enviar mensajes de fortaleza para su cónyuge y su hijo.

“Triste noticia la partida de esta gran mujer #AngelaHernandez una líder innata y luchadora, defensora de la familia, hoy pierde la batalla con la muerte, pero gana la entrada celestial donde seguro estará mucho mejor, mis condolencias a su familia en este momento tan doloroso. QEPD”; “Ángela Hernández fue una valiente. Una mujer firme, que no se avergonzó de sus ideas y que defendió a capa y espada su derecho a creer en lo que ella creía. Paz en su tumba”, escribieron su seguidores.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue uno de los primeros en pronunciarse mediante su cuenta en Twitter, donde aseguró: “Partió Ángela, una vida corta pero ejemplar”.

Captura de pantalla

Su carrera política en Colombia la hizo de la mano de la iglesia evangélica a la que pertenecía, en el sector de Bucaramanga, llamada “Plenitud de vida”.

“Espero firmemente no hacer nada que pueda avergonzarme. Al contrario, sea que yo viva o muera, quiero portarme siempre con valor para que, por medio de mí, la gente hable de lo maravilloso que es Cristo. Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando. En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. En caso de seguir con vida, puedo serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual es mil veces mejor”, se lee su texto en las redes, citando la Carta a los Filipenses.

En los últimos meses, Ángela escribió en tres cuadernos la memoria de su vida, con el objetivo de que su hijo pueda leer su libro póstumo cuando aprenda a leer.

“La vida es efímera. Es silenciosa y rápida. No sé cuánto tiempo tenga la oportunidad de estar aquí. Solo me queda decirte que te amo, cada día de mi existencia. Y te dejo este libro, la memoria física de mi amor y el anhelo de que crezcas toda la vida rodeado de mí. Para mi amado hijo Óscar David. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, escribió Ángela el 3 de abril.

Hace unas semanas, también dejó un mensaje a su esposo: “Le pedí a Dios un esposo que me amara, y que fuera mi apoyo para cumplir mis sueños. Dios me dio más, me dio un ángel llamado Jefferson, te amo”.

Una larga y dura batalla contra el cáncer

En el 2019 a Ángela se le detectó el cáncer de mama y, tras el tratamiento de mastectomía, radioterapia y quimioterapia en junio del 2021 estaba libre de la enfermedad. Sin embargo, tres meses después de haber sido dada de alta, le detectaron metástasis cerebrales y en la médula ósea.

La nueva ronda de tratamientos no surtió efecto debido a que el cáncer avanzaba agresivamente. El 28 de enero de 2022 abandonó el hospital regresando a su hogar con cuidados paliativos.

Breve biografía

Ángela Hernández Álvarez nació el 14 de octubre de 1990, fue una abogada, periodista y política colombiana, diputada del Departamento de Santander y candidata a la Gobernación de Santander.

Como diputada hizo una reiterada defensa del matrimonio conformado por un hombre y una mujer, y el rechazo a la agenda LCBTI en Colombia. Esa defensa provocó que surgieran amenazas de agresión e inclusive censura en redes sociales.

En 2016, Ángela lideró una multitudinaria manifestación en contra de la ideología de género.

Los siguientes años, Ángela participó en múltiples manifestaciones en defensa de la vida y la familia en Colombia y otros países de Latinoamérica.

Deja a su esposo, Jefferson Vega, y a su hijo pequeño Óscar David.