Coronavirus: Muere director del principal hospital de Wuhan

El doctor Liu Zhiming, director del Hospital Wuchang de la ciudad china de Wuhan -epicentro de la epidemia del nuevo coronavirus- falleció esta madrugada de neumonía COVID-19, informó el estatal Diario del Pueblo.

Liu, neurocirujano de 50 años, es el primer director de un hospital que ha sucumbido a la enfermedad, detalló el rotativo.

El hospital que el doctor Liu dirigía es uno de los centros médicos específicamente designados para la atención a pacientes de COVID-19 en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, y que permanece en cuarentena desde el pasado 23 de enero.

En torno a 2.000 trabajadores sanitarios chinos han resultado infectados por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, y varios de ellos han fallecido, entre ellos el doctor Li Wenliang, un médico que trató de alertar a sus compañeros sobre una posible nueva enfermedad y fue reprendido por “difundir rumores” por parte de las autoridades.

Balance del día

Las autoridades sanitarias chinas han elevado este martes el número de muertos por COVID-19 a 1.868 y a 72.436 el de contagiados de la nueva neumonía. La Comisión Nacional de Sanidad de China informó hoy de que, hasta la pasada medianoche local (siete horas menos en la España peninsular), había registrados 11.741 casos graves, mientras que 12.552 personas habían superado con éxito la enfermedad y habían sido dadas de alta.

La fuente añadió que se ha realizado seguimiento médico a 560.901 pacientes en contacto cercano con los infectados, de los cuales 141.552 siguen en observación. De estos últimos, 6.242 son casos sospechosos de haber contraído el nuevo coronavirus.

Las cifras oficiales publicadas hoy incrementan en 98 las muertes respecto al día anterior, 93 de las cuales se certificaron en la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital y epicentro del brote, y que permanece en cuarentena desde el pasado 23 de enero. Los cinco fallecimientos restantes se distribuyeron entre las provincias de Henan (3), Hebei (1) y Hunan (1), todas ellas en la mitad este del país.

La nómina de nuevos infectados sumó 1.886 pacientes, de los cuales 1.807 se registraron en la provincia de Hubei. Asimismo, en su parte de hoy, la Comisión agregó 1.701 nombres a la lista de pacientes habían sanado.

Hasta la fecha, todos los fallecimientos menos cinco -en Taiwán, Japón, Francia, Filipinas y Hong Kong- se han producido en la China continental y, aunque una treintena de países cuentan con casos diagnosticados de COVID-19, China acapara en torno al 99 % de los infectados.

Los síntomas de la nueva enfermedad son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden venir acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).

Apple avisa del impacto en sus cuentas
El gigante tecnológico Apple también ha reconocido esta noche pasada que no conseguirá los ingresos previstos para el primer trimestre del año debido al brote del coronavirus, que ha perjudicado la venta y producción de los teléfonos iPhone en China, indicó la compañía en un comunicado. “No esperamos cumplir con los ingresos que habíamos previsto para el trimestre de marzo”, admitió Apple.

El mes pasado, la empresa había estimado que conseguiría unos ingresos de entre 63.000 y 67.000 millones de dólares para el trimestre actual, que concluye en marzo. Ahora, aseguró que no cumplirá con esos objetivos, pero no ofreció cifras sobre las nuevas previsiones y se limitó a decir que ofrecerá más información en abril.

La empresa de la manzana mordida tiene una gran dependencia de China: efectúa una quinta parte de sus ventas en el gigante asiático y depende de los trabajadores chinos para fabricar y montar gran parte de los componentes de sus iPhones, iPads y ordenadores Mac que, luego, vende en todo el mundo. “La escasez de suministros de iPhone afectará temporalmente los ingresos en todo el mundo”, subrayó.

En concreto, explicó que la producción de sus teléfonos iPhone ha disminuido porque los empleados chinos están reincoporándose a sus puestos de trabajo de manera “más lenta” que lo anticipado.

Y, además, afirmó que la demanda en China también ha bajado. “Todas nuestras tiendas en China y muchas de las tiendas de nuestros socios han sido cerradas. Además, los establecimientos que están abiertos están operando con horario reducido y muy pocos clientes”, detalló la firma.

Apple es una de las primeras grandes empresas en reconocer que sufrirá consecuencias económicas por el impacto mundial del coronavirus. El temor al coronavirus, que ya está castigando a las bolsas mundiales, ha llevado a analistas, bancos y algunas autoridades públicas a rebajar a la baja sus previsiones de crecimiento, sobre todo para China y algunas economías asiáticas.

FREPAP: Reflexiones de un ex sacerdote Jesuita

Por: Pablo Cardenas

Lo primero que recorde cuando vi al pescadito del Frepap con ese 7% ( ahora 8%) , fue la visita que hice el último día de los muertos al cementerio de Nueva Esperanza (gracias a mi amigo Roger Mario) . El cementerio informal más grande de latinoamérica.
Lo recuerdo sobretodo por la frase que le dije a Roger al final de la visita en ese soleado día: «el día que alguien logre empatizar, y convencer a este grupo de peruanos se puede llevar una elección».

Y es que ese cementerio, recoge según yo, una mirada a lo marginal popular de esa Lima pobre, de ese Perú popular, multicolor, informal. Lima no es el jirón de la Unión. Lima es el Cementerio de Nueva Esperanza. Allí donde las carencias y la informalidad se encuentran simbólica y realmente .
Recuerdo, entre tantas cosas, esos puestos de comida al costado de la pista polvorienta…polvo de muertos sazonando la comida de los vivos. Recuerdo los silos para defecar. Hechos sobre la marcha con una pala, 4 estacas y 6 metros de plástico. El «emprendimiento» para comer ese día. 50 céntimos para hacer caca en un hueco de tierra en un cementerio de 400 hectáreas donde el baño DISAL más cercano está a 1 cerro de distancia. Todo mezclado con la fiesta y el dolor. Y en ese día, cual promotores de Herbalife, decenas de misioneros de las más distintas expresiones religiosas, mormones, evangélicos 1, evangélicos 2, testigos de aquí y de allá…todos con buenas y no tan buenas intenciones, buscando empatizar, consolar y atraer nuevos fieles, nuevos diezmos. El Perú migrante, el que tiene celular pero no usa redes. O las usa una vez al día porque nunca tendrá saldo. El de la pobreza y la extrema pobreza. El de los olvidados. El del emergente que vuelve a sus raíces. ¿Los jóvenes? en medio de esos mundos de la precariedad y la carencia. Y por instantes unas 3 veces en medio de eso miles, te cruzabas con alguna que otra mujer con túnica, en medio de ese Perú que me resultaba tan ajeno, tan extraño, tan poco mío. Ese Perú de las Britannys y los Yonnis, pero también de los Anastacios, Marcelinas y Felícitas, de los Kenjis, Ronaldos y Leonardos. Con esos peruanos donde quizá lo único que me vincula con ellos sea nuestra humanidad, nuestras penas y tristezas y el puente Atocongo o la estación Ayacucho del Metro. Porque ni siquiera la muerte nos vincula… Mientras mi abuela nacida en Sicuani, yace en un pulcro cementerio, verde y con bellas flores, las abuelas de ellos yacen entre piedras en cerros polvorientos. Ni cerveza, ni arpas, ni violín. Porque hasta la muerte hace diferencias en estas realidades extremas. Y en medio de esa variopinta realidad… Ellos, los israelitas del nuevo pacto. Ahí estaban, ahí están (con sus túnicas, su secta, su origen de la selva y sus mil y un cuestionamientos). Los ves, te cruzas con ellos. Sus fieles, siempre se reconocen. De ahí nacen. Sus orígenes en la pobreza, alejados y recónditos. Entonces, el Frepap no me sorprende. Ni me extraña. No creo que sea una burla, ni una broma, ni el voto de los tontos e ignorantes.
Si nunca has visitado un cementerio popular o has sido atendido en un hospital público como el que recibió a los quemados la semana pasada…tal vez no tienes ni puta idea en donde se mueve este otro Perú. Seguimos en nuestra burbuja. Y tal vez, los ignorantes, los ciegos, los analfabetos, los brutos somos nosotros. Porque no comprendemos. Y a veces, es cierto, para mi es difícil de leerlo.
No me sorprende, lo entiendo. Pero a veces sigo sin comprender. Me quedo mirando desde la ventana de la universidad a ese heladero que cruza. Pienso en Juanita, la señora que colabora cada martes en la limpieza y el orden de mi casa (Estoy seguro que después de años de votar por los Fujimori, marcó el pescadito).
Porque quizás, tal vez, esos señores del pescadito sean mas familiares y cotidianos ahí que tu o yo o los miles de candidatos urbanos, o cualquier ministro o presidente. Ellos huelen a pobreza…como el pescadito.