Al nieto que no conocí…

La existencia gira con su propia dinámica oscura y desconocida, cual ciclópeo engranaje, el inmenso reloj tiempo-espacio trae consigo en su confusa apariencia, vivencias y realidades pactadas que van escribiéndose en el libro indeleble de las edades,irreversibles, incompresibles y humanamente indescifrables…

Nació en la Venezuela de la retorica histriónica donde las circunstancias se empezaban a complicar y las oportunidades se reducían, sus padres decidieron apostar por Australia, inmigrando hacia un continente que les abría los brazos; esforzándose al máximo para superar las exigencias y el idioma, lograron asentarse en Melbourne; pero el ya llevaba consigo el germen que marcaría el tiempo de su corta e inocente existencia, le fue detectado el cáncer en la médula espinal. Tuvo que alejarse de los estudios y de la vida normal de un niño de su edad, imagino, sin poder explicarse el porque de su enfermedad; su dolor y confusión, fueron amorosamente mitigados por la dedicación y cuidado de sus padres y hermana. La atención medica especializada, pese a sus esfuerzos y empleo de tecnología avanzada,cedió paso a la enfermedad del siglo; una vez más planteó el jaque definitivo, cegando la existencia de una vida en plena infancia…

El alma de Pedro Junior durmió en el Señor, el 18 último, y su memoria fue puesta en olvido a sus 10 escasos años, el polvo se tornó a la tierra y el espíritu se volvió á Dios que lo dio… Esperanzaba conocerlo en persona, dialogar con el, sujetar en mi memoria su pensamiento, vislumbrando un vestigio de algún gen saltarín que induzca a la química del entendimiento, sin embargo, las posibilidades terrenas se volatilizaron. La razón? El porqué…?

Frente a la muerte terrena no hay razones ni respuestas sabias que esgrimir, es potestad del dador de vida el Dios altísimo, quitarla o ponerla… Mi tiempo que toca, portara el heraldo de su memoria apercibiendo incesantemente, que aún, oportunidad y espacio existen,para conjugar en eternidad, promesas de nuevo cielo y nueva tierra de reencuentro…

«Corona de los viejos son los hijos de los hijos; y la honra de los hijos sus padres…»

El hombre no sabe que ha de ser; y cuando haya de ser, ¿Quién se lo enseñará? No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu, para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte: y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee…(Eclesiastés 8,8)

Miles de niños en el mundo adolecen enfermedades, que por su volumen deberían ser clasificadas como plagas; la investigación, acentuada y liberada para que se sepan las causas y se abaraten los costos, aproximando los tratamientos al alcance de las posibilidades de las mayorías, frenando el lucro y la voracidad de las industrias farmacéuticas y medicas,que se enriquecen con el dolor y la enfermedad de millones; pero esto, es redundar en un hecho que el sistema no solventara y mucho menos solucionará, el mundo va cuesta abajo la rodada…

Me esforzare en cada peldaño hacia el espacio y escenario del encuentro, hasta entonces Pedro Junior…
PMCHO

Lima, Marzo de 2013

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